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Start-upeando!

Como buenos amigos, supongo que las razones para iniciar Nature Services Peru, y su Asociacion Civil hermana Servicios Ecosistémicos Perú (sePerú) merecen una introducción adecuada.

La conservación, en el sentido más amplio, trata de la lucha del hombre por coexistir con el resto de la naturaleza. No estamos hablando solamente del 12% de la superficie terrestre en Parques Nacionales y otras reservas. También la naturaleza en nuestros océanos, nuestros paisajes agrícolas y en los parques de nuestras ciudades. Y en las áreas recónditas restantes donde, por ahora, la civilización moderna no ha llegado aún con todo su peso. Durante los últimos 10 años, he trabajado en la conservación de Parques. Primero en las regiones de Manu y Tambopata en el Perú, luego en el valle de Luangwa en Zambia.

Mi sentir general, a pesar de los muchos éxitos e innumerables buenos recuerdos de estos años privilegiados, es que los Parques Nacionales se están convirtiendo cada vez más en islas en un mar de cambio, desacoplados de la actividad económica emergente que los rodea. Si no equilibramos la acción de conservación y concientización, con la implementación de sistemas de creación de riqueza para los actores locales que dependen del sostenimiento de los ecosistemas naturales, entonces nos dirigimos hacia un problema muy grave. En esencia, necesitamos volver a conectar a las personas y a los ecosistemas a través de su trabajo día a día y sus estilos de vida.

En el Parque Nacional Luangwa del Norte trabajamso con 240 Oficiales Policiales de Vida Silvestre armados, bien entrenados y motivados, aun así teníamos un problema crónico de caza furtiva por parte de la población local.

He conocido de primera mano alguno de los principales obstáculos para una conservación exitosa. La debilidad de la institucionalidad de las organizaciones gubernamentales y las ONGs, tal como lo presenta John Terborgh en su libro Requiem for Nature. La omnipresencia de una mentalidad de proyecto a corto plazo en muchos conservacionistas es otra. El ascenso del “consultor de conservación” es quizá menos grave, pero ciertamente preocupante. Mientras trabajamos en Luangwa del Norte, Zambia, tuvimos que soportar el pago de US$900 por día a un consultor, mientras justificaba un salario de US$200 al mes para nuestros mecánicos bien calificados.

Según nuestros criterios económicos actuales, los activos de infraestructura y las rentas producidas en un kilómetro cuadrado (alrededor de 50 cuadras) en Lima o Lusaka, producen más riqueza para la sociedad que los 30,000 kilómetros cuadrados de los Parques Nacionales de Manu y Luangwa juntos. Ridículo, pero cierto.

Por eso creo que un énfasis mucho mayor en la generación de riqueza, así como en el control de costos, es clave para el éxito de la conservación. Algunas organizaciones ya lo han hecho desarrollando iniciativas de turismo de naturaleza con fines de lucro o de caza deportiva. Pero el turismo y la caza deportiva son solo un pequeño porcentaje de la pirámide de valor de la naturaleza. Aparte de su valor intrínseco, el valor más significativo de la naturaleza radica en los servicios vitales de regulación que nos proveen los ecosistemas; que se encuentran en la base de la pirámide de valor: la regulación del clima, la purificación del agua y el mantenimiento del suelo, por nombrar algunos.

En el Reino Unido, un negocio puede ser estructurado como una Corporación de Interés Comunitario (CIC) que tiene el mandato de reinvertir una alta proporción de sus beneficios en una misión social o ambiental. En el Perú, esta fórmula aun no existe, por lo que decidimos iniciar tanto una entidad sin fines de lucro (ONG) como una entidad con fines de lucro (Sociedad Anonima) y operarlas como un híbrido; una solución utilizada a menudo por empresas sociales.

Nuestra hipótesis subyacente es que la institucionalidad de las organizaciones estatales y civiles en la sociedad se mantienen y son facilitadas mediante la creación de riqueza por parte de las empresas, y que la institucionalidad para la conservación de la naturaleza se fortalecerá si se crea un ecosistema empresarial más fuerte para su administración. Una comunidad empresarial que crea empleos, paga impuestos y desarrolla infraestructura que depende de mantener la naturaleza.

Esto es especialmente cierto en el caso de los servicios de la naturaleza, que hasta ahora han permanecido en su mayoría fuera de la economía humana y que estamos degradando a un ritmo alarmante. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio del 2005 mostró que más del 60% de los servicios de la naturaleza están en declive. El porcentaje es mayor si se excluyen del análisis los servicios de provisión (alimentos, fibra y combustibles producto de la agricultura).

¿Cómo podemos cambiar efectivamente la conservación, el desarrollo social y las lógicas comerciales en una organización? ¿Cómo podemos garantizar que seguimos siendo leales a nuestro propósito de ayudar a la sociedad a sostener los ecosistemas naturales a la luz de las realidades comerciales a las que Nature Services Peru enfrentará? ¿Cómo conseguimos crecer respetando las consideraciones anteriores? No hay respuestas fáciles a estas preguntas, y esperamos utilizar la inteligencia colectiva de personas como Usted, para responderlas a lo largo del camino.

Gracias por leer!!


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